Cementerio Monumental de San Miguel
El Cementerio Histórico de San Miguel está situado en la barriada de Capuchinos y se construyó en 1810 (Málaga fue una de las primeras ciudades que acató la Real Orden de 1784 sobre los lugares de enterramiento). Estuvo funcionando como tal hasta 1986, cuando es clausurado para reconvertirlo años más tarde en un columbario (depósito de cenizas). De estilo neoclásico es uno de los cementerios monumentales más importantes de España, constituyendo un ejemplo de la arquitectura funeraria de los S. XIX y XX. Presenta un gran valor testimonial de la evolución del arte y las costumbres relacionadas con la muerte en la sociedad malagueña de la época y es uno de los pocos ejemplos de tipología arquitectónica decimonónica que se ha mantenido casi sin alteraciones importantes, lo que ha permitido conservar obras de gran valor artístico.
Las grandes familias de la burguesía malagueña del XIX construyeron panteones en los que usaron materiales nobles y que fueron firmados por prestigiosos arquitectos y maestros de obras. El primer mausoleo levantado fue realizado en 1844 (está cerca de la entrada principal) y dentro del cementerio hay unos 250 más.
El Cementerio Histórico de San Miguel está situado en la barriada de Capuchinos y se construyó en 1810 (Málaga fue una de las primeras ciudades que acató la Real Orden de 1784 sobre los lugares de enterramiento). Estuvo funcionando como tal hasta 1986, cuando es clausurado para reconvertirlo años más tarde en un columbario (depósito de cenizas). De estilo neoclásico es uno de los cementerios monumentales más importantes de España, constituyendo un ejemplo de la arquitectura funeraria de los S. XIX y XX. Presenta un gran valor testimonial de la evolución del arte y las costumbres relacionadas con la muerte en la sociedad malagueña de la época y es uno de los pocos ejemplos de tipología arquitectónica decimonónica que se ha mantenido casi sin alteraciones importantes, lo que ha permitido conservar obras de gran valor artístico. 
Las grandes familias de la burguesía malagueña del XIX construyeron panteones en los que usaron materiales nobles y que fueron firmados por prestigiosos arquitectos y maestros de obras. El primer mausoleo levantado fue realizado en 1844 (está cerca de la entrada principal) y dentro del cementerio hay unos 250 más.
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