lunes, 30 de diciembre de 2019

Feliz y Próspero nuevo año

Penúltimo amanecer del 2019, si me tocara hacer un balance de cómo ha sido éste año para mi, creo que sería positivo aunque también tuve muchísimos momentos negativos, pero de eso se trata la vida, de una lucha constante entre lo bueno y lo malo, lo conveniente y lo no conveniente, de buscar oportunidades y no encontrarlas, de tener éxito y muchos fracasos. El éxito suele ser temporal, pocas veces viene acompañado de otros éxitos y casi siempre te exige que sigas luchando para lograr el siguiente. A diferencia del fracaso que siempre viene acompañado de otros fracasos que se generan por añadidura y están presentes en cada momento que vives como recordatorio de lo que no lograste. Tenemos la mala costumbre de fijarnos más en lo malo que en lo bueno, de minimizar los logros y acordarnos (o que haya alguien que siempre nos lo recuerde) de lo que no hicimos o hicimos mal. Pero como en todo inicio de año, hay propósitos que se establecen pensando que tal vez ahora si los lograremos. La vida hay que vivirla en tiempo presente y estoy en una etapa en que no pido lograr mis metas, sólo pido salud para disfrutar cada día de los próximos 365 días del 2020, un día a la vez. De los sueños, continuaré intentándolos y si los logro celebrarlos como si no existiera un mañana, ya vendrá el día siguiente para establecerme nuevos sueños y nuevas metas. Y si no los alcanzo, agradecer que al menos haya luchado por ellos. De todo podemos sacar un aprendizaje, convertir en algo positivo un fracaso puede que nos cueste, pero no por eso debemos dejar de intentarlo. Con esta reflexión no pretendo dar ninguna lección, lo plasmo como un soliloquio, pero si en algo ayuda me daré por satisfecho.

F e l i z      2020

domingo, 29 de diciembre de 2019

Rivalidades cofrades: los de arriba y los de abajo

Hay muchas formas de conocer un lugar y una de ellas es a través de las anécdotas que se han construido a lo largo de su historia. Ayer comenté sobre la Capilla Tribuna de El Portichuelo, pero mucho antes de su construcción, en ese mismo lugar, se fundó en 1615 el Convento de Santa María de Jesús (hoy día es una iglesia) y el hecho de crear un convento donde ya existía otro (el Convento de Santo Domingo que data de 1586) generó un conflicto que solucionaron distanciándose. 


Ya de por sí la construcción del nuevo convento generó malestar, pero lo que desencadenó la pelea entre ambos “bandos” fue el hecho de que los dominicos, por encomienda papal, tenían el privilegio de que en sus conventos estuvieran las Cofradías de advocación a Jesús Nazareno. Nada más asentarse en la ciudad, le comunican al nuevo convento que tenían obligatoriamente que llevar sus imágenes al Convento de Santo Domingo. Pero éstos se niegan a cumplir los requisitos que los dominicos les exigían. El conflicto religioso pronto se convirtió en un problema político y social y cuando la balanza se inclinó a favor de los dominicos, los del Convento de Santa María decidieron constituirse en una nueva cofradía con el nombre de la Santa Cruz de Jerusalén y Nuestra Señora del Socorro, que los dominicos llamaron despectivamente “los de Arriba” (por estar el nuevo convento situado en la parte alta de la ciudad) y éstos a su vez recibieron el mote de "los de Abajo" y desde entonces ambas cofradías se conocieron no por sus nombres, sino por los motes que tenían. 


La rivalidad entre las dos cofradías creó un ambiente muy parecido a los que se vivieron en la Verona de los Montescos y los Capuletos. Sin embargo, este conflicto trajo algo bueno y es que cada cofradía, para demostrar el poder del apoyo seglar, comenzaron a vestir a sus imágenes con hermosísimas ropas adornadas de oro, plata y pedrería en un alarde de ostentación de poder y riqueza. Se hizo costumbre alzar los palios sobre los hombros para que el público pudiera admirar los hermosos y costosos ropajes, dando origen a las procesiones con los llamados hombres de tronos o costaleros. 


Tanto los de Arriba como los de Abajo hicieron todo lo posible para que en el acompañamiento procesional destacara el esplendor de las armadillas, las imágenes y la vestimenta de los penitentes que usaban túnicas, capirote bajo y cola trasera (el capirote no hay que confundirlo con el capirote alto de las procesiones actuales, ya que éstos comenzaron a usarse en los años cuarenta del siglo pasado). “Los de abajo” monopolizarían el color morado para sus túnicas y las túnicas de los llamados “campanilleros” eran de terciopelo repujados en oro, llevando en el pecho las más suntuosas joyas familiares. Este exceso de lujo creó un nuevo estilo y maneras de procesión, muy distinto a los que se hacían en aquel entonces en otros lugares y que luego copiarían, manteniéndose con el tiempo y que es la forma como procesionan hoy en día en la mayoría de las Comunidades Autónomas.


Nota: La historia y algunas fotos las tomé del blog: Antequera, pinceladas de Manolo Rodríguez (lo curiosos e hitoricista de mi pueblo). 


sábado, 28 de diciembre de 2019

Capillas Tribuna de Antequera

Otro legado arquitectónico que nos ofrece Antequera son las Capillas Tribunas dedicadas a la Virgen del Socorro. Una está en la Plaza del Portichuelo y se considera como uno de los conjuntos más interesantes del urbanismo castizo andaluz. Fue construida en 1715 y se trata de una pequeña edificación abierta por tres de sus lados, que muestra en su reducido frente una doble galería de arcos de medio punto superpuestas que se abren a la plaza. Su diseño se realza con la combinación cromática formada por el ladrillo y los paramentos de cal, así como con el trazado geométrico de sus elementos decorativos y su coronación a base de pequeñas tejas de cerámica curva. Fue construida a semejanza de las capillas de la América colonial, lo que le sirvió a la marca Corona para recrear aquí un poblado mexicano y grabar un spot publicitario de la famosa cerveza. En su época formó parte del antiguo itinerario procesional de la Cofradía del Socorro, mejor conocida como la “Cofradía de Arriba” cuya historia contaré en la siguiente publicación. Sólo es visitable el exterior.


La otra es la Capilla Tribuna de la Cruz Blanca, ubicada en la calle del mismo nombre. Data de finales del siglo XVIII (1774) y se encuadra dentro de un barroco muy tardío. Como ejemplo de construcción de tipo popular, su maqueta y decoración son bastante sencillas. Al ser dedicada a la Virgen del Socorro, se utilizó también como vehículo permanente de difusión devocional y como punto de parada ritual en la procesión del Viernes Santo. Al igual que la de Portichuelo, solo es visitable el exterior.

viernes, 27 de diciembre de 2019

Antequera: ciudad monumental

A raíz de la información aparecida en el periódico francés Le Monde, donde indica que Málaga es una de las cinco ciudades europeas que se deberían visitar en el 2020, retomo mis publicaciones sobre Málaga hablando de Antequera, un municipio al que he ido muchísimas veces y en el que siempre hay algo nuevo por descubrir. Está a 40 minutos de la capital y su nombre procede de la antigua ciudad “Antikaria” que ocuparon los romanos durante su hegemonía sobre la península ibérica, luego pasó a ser “Antaquira” cuando los árabes dominaron toda la región andaluza y “Antequera” después de la conquista de los reyes católicos. 

De su pasado se conserva un extenso patrimonio arqueológico y arquitectónico, destacando el conjunto de dólmenes de Menga, Viera y El Romeral (de los que publiqué información hace ya algún tiempo), el Peñón de los Enamorados (una de las primeras publicaciones que compartí), ubicado en un importante yacimiento orográfico, así como numerosas iglesias, conventos y palacetes de distintas épocas y estilos. También destaca el paraje natural de El Torcal (del cual hablé también en publicaciones pasadas), famoso por las caprichosas formas de sus rocas calizas, que conforman uno de los paisajes kársticos más importantes de Europa. 


Antequera fue uno de los centros ligados a los inicios del nacionalismo andaluz, donde se redactó la Constitución Federal de Antequera en 1883 y se acordó el llamado Pacto Autonómico de Antequera en 1978, que condujo a la consecución de la autonomía para Andalucía. Compitió por ser la sede del gobierno central andaluz, pero perdió la votación con Sevilla la actual capital de la Comunidad Autónoma. Un estupendo lugar para visitar y conocer.


martes, 24 de diciembre de 2019

Feliz Navidad

Son tantas cosas que puedo desear que mi lista de deseos sería infinita, pero muchas cosas no las lograríamos si no tenemos salud. Por lo que mi único deseo es que gocemos de buena salud, todo lo demás vendrá con trabajo, esfuerzo, una dosis de suerte y que el destino, que a veces se antoja caprichoso, nos allane el camino para alcanzar cualquier meta que nos propongamos. Salud y Feliz Navidad.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Mantecados de La Perla

Un producto típico de la Navidad malagueña son los mantecados y una de las marcas más tradicionales es La Perla (existen también otras marcas como La Antequerana con una trayectoria similar). Hoy, sin embargo, comparto la historia de La Perla, una empresa familiar que tiene más de 70 años elaborando los mantecados artesanos más conocidos de la provincia de Málaga. Su modo de producción es idéntico al de sus comienzos, son hechos totalmente a mano, sin maquinaria industrial, y su elaboración empieza a principios de septiembre, cuando la treintena de trabajadores se sientan frente a una gran mesa llena con la masa de los mantecados, a los que les dan formas, sabores y colores para luego cocinarlos en un gran horno de leña. Su sede principal está en el centro de Antequera, específicamente en la Calle Mesones, y es típico ver en los días previos a la Navidad largas colas de personas para comprar. Los clientes pueden ver a través de un cristal el obrador donde se elaboran y disfrutar de los cientos de aromas que se cuelan por todas partes, mientras esperan su turno para ser atendidos. Casi todos los años voy a comprarlos y aunque también los venden en tiendas, se ha hecho una tradición ir hasta Antequera cada diciembre para comprar y pasear. La última foto muestra todos los sabores de mantecados que se fabrican.

sábado, 21 de diciembre de 2019

Nieve en Plaza de las Flores

La plaza de las Flores, ubicada en el Centro Histórico de Málaga, volvió a cubrirse por miles de copos de nieve, eso sí, artificial. Por cuarto año consecutivo, un cañón de nieve simulada con espuma hizo posible disfrutar de una pequeña nevada navideña, los días 18 y 19 de diciembre, desde las 18:30 hasta las 19:30 horas. Esta iniciativa fue impulsada y financiada por el restaurante Vualá, ubicado en esta plaza, y que ha repetido un año más debido a la afluencia y la gran expectación que ha generado entre los transeúntes, especialmente entre los más pequeños.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Nieve en La Alcazaba


"La madrugada del 3 de febrero de 1954, la temperatura en Málaga alcanzó la mínima de 6 grados bajo cero y la Alcazaba despertó bajo un manto de nieve". Esa es la última vez que se tenga constancia de haber nevado en Málaga capital



Tomado del grupo de Facebook Sólo fotos antiguas de Málaga.

EDO en el Wingate de Miami

Ya para finalizar mi periplo por EEUU, algo que me sorprendió gratamente del Wingate by Wyndham Miami Airport (hotel donde nos hospedamos los días que estuvimos en Miami) fue que en la recepción había una exposición de arte del caricaturista y dibujante venezolano Eduardo Sanabria, mejor conocido como EDO. Las obras expuestas forman parte de su serie iconográfica "AMOR POP” en donde caricaturiza (que no ridiculiza) a importantes figuras del pop mundial.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Cinco días en Miami


Luego del crucero estuvimos cinco días en Miami. Viví aquí hace 18 años durante once meses y aunque no fue de las mejores etapas de mi vida, debo reconocer que la ciudad es fascinante. Destacaré algunos de los sitios que más me gustaron (aunque lo mejor fue haber compartido con mi familia el Día de Acción de Gracias y haber hablado por teléfono con amigos a los que tengo tiempo sin ver). 


Key Biscayne y el Faro

El primero de ellos es el Faro y la Playa de Key Biscaine. El faro es el símbolo de Key Biscayne (cayo descubierto por Ponce de León en 1513) y la estructura más antigua del Condado Miami Dade. Fue construido en 1825, pero durante la guerra contra los indios Seminole fue parcialmente destruido. Sin embargo, en 1846 se reparó y durante todo este tiempo se ha pedido la contribución ciudadana para mantenerlo. Por otra parte, la playa es un paraíso tropical de casi dos kilómetros de longitud, bañadas por aguas del Atlántico y de arenas blancas. Su amplia costa permite además de darnos un chapuzón, pescar o hacer submarinismo (hay lugares habilitados para ello). En un folleto leí que, dependiendo de la época del año, se pueden avistar más de 50 especies de mariposas, 170 especies de aves y algunos cocodrilos. En verano tortugas marinas suelen depositar sus huevos en la arena y manatíes nadar cerca de la orilla. Nada de eso vi, sólo un grupo de gaviotas siendo alimentadas por algunos bañistas y muchos mapaches, uno de ellos estuvo a punto de robarnos una bolsa con nuestras pertenencias.   



Calle Ocho

Resulta difícil que alguien que visite Miami no camine por la mítica Calle Ocho, el conocido y turístico rincón de los cubanos que ahora luce más latino. Esta larga avenida, situada en el corazón de La Pequeña Habana, fue fundada por los disidentes cubanos que huyeron del régimen castrista en los años 60 y desde entonces es el epicentro de la vida social y cultural de esta y de otras comunidades latinas. Lugares como Café Versalles, el Parque Máximo Gómez, la Esquina Cubana, entre otros locales fueron el centro espiritual del exilio cubano, pero no fue sino hasta la explosión musical latina que sobrevino en los EEUU en las décadas de los 80 y 90 cuando se convirtió en un icono, no solo cultural, sino también de la lucha de la disidencia cubana. Actualmente esta calle es un importante reclamo turístico, convertida en buque insignia de la floreciente diversidad cultural de Miami.

Wynwood Walls

Una de las visitas de moda en Miami hoy día es al barrio de Wynwood. Un amigo lo reseñó hace poco en sus RRSS y al estar allá mi sobrina y una amiga me lo recomendaron ampliamente, así que saqué tiempo a última hora y antes de irnos al aeropuerto dimos un pequeño paseo por este barrio, donde el Street Art transformó un lugar peligroso y decadente en el lugar de moda. Pasear por sus calles es pasear por una colección al aire libre de murales, tiendas de antigüedades y todo tipo de bares y restaurantes de diseño. Llevan ya una década rehabilitando una zona roja en un lugar turístico y creando un recinto artístico llamado Wynwood Walls donde el arte callejero se va renovando con nuevos artistas y nuevas obras, es decir, que si lo visitas varias veces puede que veas distintas pinturas (de hecho cuando fui estaban repintando tres paredes con nuevas obras). La entrada a este recinto es gratuita y el paseo bien merece la pena.


Bay Side y las casas de los Famosos

Quizás de todas las cosas que hice en mi corta estancia en Miami, pasear por la bahía para ver las casas de algunos famosos fue la más frívola de todas, pero el paseo en lancha vale tanto la pena que no importa que la guía esté llamando constantemente tu atención para contarte que tal o cual casa perteneció a Paulina Rubio, JLO, Julio Iglesias, Ricky Martín o la mismísima Madonna. Durante la hora y media que duró el recorrido pudimos ver las nuevas terminales de las navieras Royal Caribbean y Norwegian o las espectaculares mansiones de conocidos artistas y deportistas (Gloria Estefan, Shaquille O´Niel, Puff Daddy o el mítico Al Capone) o pertenecientes a ricos que los conocerán en Miami (porque yo ni idea de quienes son), pero que no quita que te lleves una gran impresión de estas islas privadas de la Miami pudiente y disfrutar, de paso, de un paseo en alta mar.


La Giralda de Miami

"La Giralda de Miami", es un edificio histórico construido en 1925 como sede del diario "News & Metropolis", luego pasó a ser la Torre de la Libertad porque allí dieron refugio a los primeros exiliados de la revolución cubana y hoy día es un recinto privado con salas de reuniones y galerías de arte. Durante varias décadas fue el edificio más alto de Miami y su parecido con la Giralda de Sevilla no es casual porque su construcción se inspiró en el mítico alminar sevillano.

lunes, 9 de diciembre de 2019

El árbol navideño más caro de España

En Málaga está (para bien o para mal) el árbol de navidad más caro de España y quizás uno de los más caros del mundo. Se encuentra en el vestíbulo de uno de los hoteles más lujosos de la Costa del Sol, el Kempinski Bahía de Estepona. Mide tres metros y medio de alto y su montaje costó once millones de euros porque de sus ramas cuelgan diamantes y piedras preciosas de las firmas Cartier y Bulgari. La excéntrica obra es responsabilidad de la diseñadora de joyas británica Debbie Wingham y se mantendrá expuesta hasta el próximo seis de enero, como uno de los principales reclamos turísticos del hotel. Cuando trabajé como repartidor tuve la oportunidad de hacer un par de repartos a ese hotel y ya te pierdes sólo en el vestíbulo de lo grande que es. Espero que el árbol esté bien custodiado porque si alguien logra sustraer tan solo un adorno, de seguro tendrá resuelto todo el 2020 🤭🤗

domingo, 8 de diciembre de 2019

Crucero por el Caribe

Hace dos meses publiqué en mis RRSS la llegada del  barco Nieuw Statedam de la compañía Holland América a Málaga y les dije que pronto daría noticias. Pues la noticia es que recientemente hice un crucero de una semana en este barco, saliendo de Fort Lauderdale y recorriendo cuatro islas: Half Moon Cay-Bahamas, Falmouth-Jamaica, Georgetown-Islas Caimán y Cozumel-México. 

PRIMERA PARADA

La primera parada del viaje la hicimos en Half Moon Cay, una isla privada en aguas bahameñas que pertenece a la naviera Holland America Line (hay islotes y cayos que el gobierno de Bahamas ha vendido a excéntricos millonarios y empresas de cruceros para sacarle partido a las setecientas islas que conforman este país). Es un lugar deshabitado, sólo tiene un bar y una cocina donde montan un buffet los mismos empleados de la naviera y varias tiendas donde venden camisetas y recuerdos que son atendidos por empleados que se trasladan hasta allí cada vez que un barco tiene programado fondear (por ser de aguas poco profundas, no hay un puerto de atraque, sino que el crucero fondea en alta mar y los pasajeros son transportados en tenders o lanchas hasta la playa). 



Del resto es disfrutar de una naturaleza prácticamente virgen y una playa azul turquesa totalmente paradisíaca de unos cinco kilómetros de longitud. Anteriormente esta isla perteneció a la empresa Norwegian Cruise Line y se llamaba Little San Salvador Island.







SEGUNDA PARADA


La segunda parada fue en el puerto de Falmouth, Jamaica. Aquí no pudimos disfrutar de la ciudad porque este es el puerto más alejado de las principales atracciones de esta isla (estábamos como a unos cuarenta minutos en coche del centro) y muchas personas nos recomendaron salir en una excursión, en lugar de patear la isla por nuestra cuenta, debido al alto índice delictivo de la zona (de hecho leímos en distintos foros varias experiencias desagradables de gente que salió por su cuenta a conocer la ciudad). Así que no nos arriesgamos y contratamos una excursión a Dunn´s River Falls, unas famosas cataratas que desembocan en la playa (también son conocidas como Las Chorreras, nombre dado por los españoles cuando habitaban esta isla antes de perderla con los ingleses). 


Esta caída de agua, proveniente del Río Dunn, está compuesta por terrazas con escalones gigantes, intercalados por pequeñas lagunas, algunas profundas. Aunque el día no acompañó porque llovía, lo único que nos impidió fue bañarnos en el mar porque las cataratas las escalamos hasta donde está permitido y nos mojamos con el agua fría del río, pasando un día divertido. Cosa que agradecimos porque las perspectivas iniciales no eran muy buenas; sin embargo, a pesar de la lluvia y que conocimos poco de la ciudad, echamos un buen día en Jamaica.




TERCERA PARADA

Nuestra tercera parada fue en Georgetown, la capital de Gran Caimán, la isla más grande de las tres que conforman las Islas Caimán. Aquí sin comerlo ni beberlo nos fuimos de aventura. Quizás para algunos con alma más aventurera, un viaje a un banco de arena ubicado en medio de la nada en alta mar para ver mantarrayas podrá parecerles algo normal. Para nosotros fue una odisea, no porque fuera desagradable, todo lo contrario, sino porque significó salirnos de nuestra zona de confort para vivir una experiencia nunca antes vivida (ni siquiera en sueños). 




En mis RRSS publiqué algunas de las fotos que nos hicieron nadando, tocando y hasta besando a estos “Elasmobranquio Myliobatiformes”, según su nombre científico. Lo único que puedo decir es que son babosas, su piel es dura e infunden mucho respeto por su tamaño y su larga y áspera cola (son dentro de su especie las más grandes del mundo y afortunadamente son de las pocas no venenosas que existen, aunque pueden hacer daño con sus colas) y como dije en aquella publicación esta experiencia primero fue terrorífica, pero luego muy divertida. También hicimos nado submarino sobre la superficie (lo que llaman snorkel) y aunque no me fue muy bien porque tragué agua varias veces, al menos pude ver un arrecife de coral, unas tortugas marinas muy pequeñas y peces de diferentes especies. Una vez que regresamos a tierra, nos fuimos a la playa Seven Mile a darnos un baño en estas aguas verde esmeralda, consideradas de las mejores de la cuenca caribeña. Aquí no estuvimos muchos tiempo, sólo el suficiente para relajarnos un rato y luego regresar a dar unas vueltas por el centro comercial del puerto y luego al barco.




CUARTA PARADA

La cuarta y última parada de este crucero de una semana fue en la isla de Cozumel en México. En un crucero anterior ya habíamos bajado aquí, pero aquella vez nos fuimos a Playa El Carmen que está a 40 minutos en lancha, para pasar el día en tierra continental. Esta vez nos quedamos en la isla y fuimos a Chankanaab (palabra maya que significa pequeño océano), un parque nacional y zona de refugio para de más de 60 especies marinas entre peces, tropicales, corales y crustáceos. Una de sus actividades es el nado con delfines, pero lamentablemente no pudimos hacerlo porque ya había comenzado la actividad cuando llegamos, pero si vimos un espectáculo de leones marinos.


Nos bañamos también en una pequeña cala (toda rocosa por cierto, lo que dificultaba el acceso al agua) y paseamos por la reconstrucción de un poblado maya en tamaño natural con imitaciones de algunas de las esculturas más significativas de esta civilización que se han encontrado a lo largo de los siglos (publico más fotos de este poblado en el siguiente post). Como teníamos todo el día para estar en Cozumel (el barco zarpaba a la medianoche), nos fuimos como no a una playa “Carlos´n Charlie Beach”, comimos enchiladas y tacos y luego dimos una larga caminata por el Centro Histórico de la isla.






martes, 3 de diciembre de 2019

Un invierno en el paraíso


Para terminar un año de lectura, recomendaré la novela “Un invierno en el Paraíso” de la escritora y periodista malagueña Lola Clavero. Esta obra que salió al mercado en junio de este año,  descubre la vida del pintor valenciano afincado en Málaga Bernardo Ferrándiz Bádenes y nos cuenta también la historia de la Málaga artística del S. XIX. La autora presenta una Málaga llena de contrastes en el que los personajes se alejan de los estereotipos propios de las biografías y se convierten simplemente en personas. La novela narra la lucha de un grupo de artistas por romper esquemas en la Málaga de aquel entonces, una sociedad de gran pujanza económica, con una burguesía satisfecha de sí misma y resistente a los aires nuevos que pretendía introducir Ferrándiz y con los lógicos tira y afloja de una relación muchas veces complicada y contradictoria entre artistas y mecenas. Les recomiendo su lectura y cuando vengan a Málaga paséense por el Museo de Málaga para ver las obras de Ferrándiz o si visitan el Teatro Cervantes tomen un tiempo para ver la pintura en el techo que es creación del propio Ferrándiz en colaboración con el pintor Antonio Muñoz Degrain. La obra se titula “La Alegoría de la Historia, Industria y Comercio de Málaga” y es un espléndido resumen de los anhelos de una ciudad mercachifle para la época pero con muchos deseos de abrirse al mundo.