lunes, 17 de septiembre de 2018

Torres y Atalayas

La costa malagueña lleva siglos vigilada por torres y atalayas que durante años han sido fundamentales para evitar ataques piratas. Estos vestigios se han convertido en un conjunto patrimonial de gran valor histórico. Estas estructuras se encuentran en los lugares más insospechados, desde las que están camufladas entre edificios residenciales hasta las más inaccesibles por estar en acantilados. Aunque hay más de una treintena de monumentos de este tipo, éstas son algunas de las más singulares. La mayoría son del S. XVI y de la época árabe.



Torre Chullera: la más occidental de todas, al límite con la provincia de Cádiz. Fue usada como torre vigía en el S. XVIII.




Torre de Quebrada: Está en Benalmádena y no resulta fácil avistarla por los edificios que la rodean. Su nombre se debe al deteriorado estado que tenia en el S. XVI. Se encuentra sobre una gran roca.



Torre Moya: Se ubica en Vélez-Málaga y fue construida en la época de Felipe II. Tiene tres singularidades: el tamaño de su circunferencia es mayor que la media, su forma de pezuña y lo más peculiar, está habitada pq forma parte de una vivienda.


Torre Pimentel: Construida durante la época nazarí, se encuentra en pleno centro histórico de Torremolinos.





Torre del Río de la Miel: De las docenas de torres que se ven en el litoral malagueño (esta se ubica en Nerja) es la más deteriorada de todas, apenas queda la mitad de su estructura construida en el S. XVI. En 1944 se halló enterrado en sus cimientos un arsenal de armas pertenecientes a los Maquis (la guerrilla antifranquista).



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