jueves, 29 de agosto de 2019

La sonrisa de mi madre


La sonrisa de mi madre siempre fue para mí un aliciente que me ayudó en momentos en que me sentía aislado o indefenso, cuando creía que la carga era muy pesada de llevar o no me sentía capaz de hacerlo. Siempre fui muy inseguro (quizás acomplejado) pero el sólo hecho de tener a mi madre y verla luchar y no perder la sonrisa me hacía pensar que todo se puede sobrellevar. Me encanta esta foto (no sé si a mi sobrina le gustará), pero detrás de su llanto está la sonrisa de la abuela, con la única nieta que pudo conocer, tener en sus brazos, besar y mimar. Lamento que mis otros tres sobrinos no hayan tenido la misma oportunidad de conocer a su abuela Gladys, estoy seguro que hubiera sido de gran ayuda para mis hermanas, por su experiencia y, sobretodo, por el inmenso amor de madre que siempre tuvo. Así como yo estoy orgulloso de mis cuatro sobrinos, ella también hubiera sido una abuela súper orgullosa de sus nietos. Pero la vida te sorprende y a veces para mal y por muchas explicaciones que le pidas, nunca te las da, sólo queda resignarse y vivir con la esperanza de ser lo suficientemente digno de volverte a encontrar más allá de esta vida mortal con ese ser que has amado y que te ha amado con locura. Hoy cumples 27 años que te marchaste, los mismos años que tenía cuando mis hermanos y yo te despedimos. He pasado la mitad de mi vida sin ti y aún te lloro, quizás porque sin tu sonrisa no me siento seguro en este mundo y todas mis debilidades se manifiestan, te lloro porque no has podido ver mis éxitos ni consolarme en mis fracasos, te lloro porque cuando se ama tanto a alguien, ese alguien nunca deja de  existir en tu vida y su ausencia duele. Pero quiero homenajearte con una sonrisa, una sonrisa enjugada en mis lágrimas para decirte que te extraño y no me da vergüenza llorar con 54 años porque a tu lado, junto a tu recuerdo, aún sigo siendo un niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario