Antes de que Málaga fuera conocida como la Costa del Sol, era conocida como la Costa del Azúcar. Durante varios siglos, en los principales núcleos del litoral malagueño, existieron más de 40 fábricas de caña de azúcar. Son numerosos los restos que se conservan de estas antiguas factorías. Uno de los más espectaculares es la fábrica de San Joaquín de Maro (Nerja). Sus enormes dimensiones, su ubicación privilegiada, en medio de un pago conocido como Las Mercedes, rodeado de campos de cultivos, en una zona elevada con vistas al Mediterráneo y cerca del centro de Nerja. Esta fábrica ocupó 37 mil M2 y que hoy están en ruinas. Sus primeros dueños la tuvieron que vender a finales del S. XIX por no poder hacer frente a sus deudas y sus segundos dueños perdieron interés en el negocio (se dedicaban más a la industria textil) dejándolo morir. Desde 1930, la fábrica de San Joaquín ha estado abandonada a su suerte.
Sin embargo, la traigo a colación porque el acueducto del que comenté ayer, fue construido especialmente para trasvasar agua desde el.pueblo de Maro hasta esta fábrica (hoy día sigue sirviendo en el regadío de los campos de la zona) y también hay una razón histórica: fue testigo de la huida hacia Almería de miles de malagueños amenazados por los falangistas en la guerra del 37. Ese acontecimiento se llamó "La desbandá" y muchos de ellos se refugiaron entre las paredes de la fábrica bien para descansar, bien para esconderse o bien para protegerse del asedio.
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