Otra curiosidad que encontré en mi visita a Frigiliana fue esta particular forma de obtener información turística del lugar. Una caseta con marionetas mecánicas (al estilo de los muñecos que adivinan el futuro que a veces colocan en las ferias) y que por un euro las comadres Dolores y Carmen o el Moro y su Loro te cuentan anécdotas de la historia de Frigiliana y te dicen los lugares que no debes perderte.
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