lunes, 30 de abril de 2018

Microcuentos 2




Que distinto sería el mundo si todos fueran ciegos o tal vez que distinto sería todo si yo pudiera ver.







Hice un silencio corto, tratando de adivinar en una milésima de segundo su pensamiento, para replicarle antes de que abriera su boca y dejarlo así sin argumentos.













Cuando me miras de esa manera, desatas todas mis locuras.














-¿Has visto la felicidad?
-No
-Yo si
-¿Cuándo?
-Cuando he visto florecer una sonrisa en tus labios.









Conocerle pudo haber sido lindo y el día de ayer me lo hizo perfecto, pero si no puede estar a mi lado, seré feliz si puedo verle siendo feliz también.










Soy feliz cuando soy yo mismo, y soy yo mismo cuando estoy a tu lado.

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