Alguien dijo:
"Cuando entendamos que no es un día más, sino un día menos quizás aprendamos a valorar mejor la vida".
Hoy quizás muchos venezolanos hemos amanecido con un sentimiento de frustración y desesperanza, con mucha impotencia y mucha rabia, con deseos de ir y hacer justicia con nuestras propias manos. Este régimen mostró ayer su cara más cruel y despiadada, se posicionó definitivamente del lado del mal y las tinieblas y dejó claro que ningún diálogo y ninguna acción de paz lo sacará del poder, ni siquiera ablandará sus acciones en beneficio de un pueblo que clama ayuda. Pero también debo aprender a ser paciente, a medir los pasos para pisar sobre seguro, a tener una estrategia que me garantice la victoria. En tiempos revoltosos actuar impulsivamente puede llevarnos a una nueva derrota. Sé que las vidas que se han perdido inexplicablemente no las podemos recuperar, es el dolor más grande que llevaremos sobre nuestros hombros. Pero sí podemos honrar sus memorias, continuar con la lucha para que sus muertes no hayan sido en vano. No soy partidario de guerras, pero hoy más que nunca deseo que esa gente salga con los pies por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario