La historia de la Abadía de Holyrood (rood significa cruz, y
holy sagrada) comienza con una leyenda. Cuentan que en 1127, mientras el rey
David I de Escocia cazaba cerca de este lugar, un enorme ciervo estuvo a punto
de atacarlo. Dicen que entre la cornamenta del animal apareció una cruz
resplandeciente que el rey tomó para defenderse del ataque y huir (aunque hay
otros que dicen que fueron dos hermanos que vivían en los alrededores quienes
lo salvaron del ciervo). Como agradecimiento al milagro ocurrido (o a los
lugareños del bosque), fundó la abadía “de la cruz sagrada” en 1128. Hoy día
quedan ruinas de lo que fue y están ubicadas justo al lado del Palacio Holyrood
House. Desde el siglo XV, la abadía fue el sitio de muchas coronaciones reales
y ceremonial matrimoniales, pero también sufrió numerosos ataques (por las
diversas guerras que enfrentaron a escoceses e ingleses y por los distintos
saqueos del pueblo) Fue restaurada en más de una ocasión y cuando la
sustituyeron como parroquia por la Canongate Kirk, hicieron algunas reformas
más y la usaron como Colegio Jesuita y capilla católica. Sin embargo, en 1778
un huracán hizo colapsar el techo, ocasionando severos destrozos, por lo que no
la volvieron a restaurar y así ha permanecido desde entonces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario