jueves, 7 de febrero de 2019

La leyenda de la Abadía de Holyrood


La historia de la Abadía de Holyrood (rood significa cruz, y holy sagrada) comienza con una leyenda. Cuentan que en 1127, mientras el rey David I de Escocia cazaba cerca de este lugar, un enorme ciervo estuvo a punto de atacarlo. Dicen que entre la cornamenta del animal apareció una cruz resplandeciente que el rey tomó para defenderse del ataque y huir (aunque hay otros que dicen que fueron dos hermanos que vivían en los alrededores quienes lo salvaron del ciervo). Como agradecimiento al milagro ocurrido (o a los lugareños del bosque), fundó la abadía “de la cruz sagrada” en 1128. Hoy día quedan ruinas de lo que fue y están ubicadas justo al lado del Palacio Holyrood House. Desde el siglo XV, la abadía fue el sitio de muchas coronaciones reales y ceremonial matrimoniales, pero también sufrió numerosos ataques (por las diversas guerras que enfrentaron a escoceses e ingleses y por los distintos saqueos del pueblo) Fue restaurada en más de una ocasión y cuando la sustituyeron como parroquia por la Canongate Kirk, hicieron algunas reformas más y la usaron como Colegio Jesuita y capilla católica. Sin embargo, en 1778 un huracán hizo colapsar el techo, ocasionando severos destrozos, por lo que no la volvieron a restaurar y así ha permanecido desde entonces.

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