Hay muchas fortalezas que jugaron un papel importante en la historia de Málaga, pero hoy son apenas restos visibles. Aún así, varias de ellas están protegidas como Bien de Interés Cultural. En esta primera parte presentaré tres de esos castillos:
Castillo de Turón (Ardales): Situado a unos 5 kms del casco antiguo de Ardales, se encuentran los restos de lo que en su día fue la fortaleza del Turón. Este recinto se construyó en el S. XIV y fue tomado por las tropas cristianas en 1.433. Desde entonces está despoblado. Llegó a contar con una decena de torreones, lo que indica la importancia que tuvo en su época.
Castillo de Zalia (Alcaucín): Frente al pueblo de Alcaucín están los restos de esta fortaleza de origen fenicio que luego sirvió de morada a los emires árabes. En este enclave, según la leyenda, se sitúa la antigua Odyscia, en la que el escritor griego Homero ubicó algunas hazañas de Ulises.
Castillo de Bentomiz (Arena): Aunque sólo queda en pie una muralla, este castillo de origen árabe vivió intensamente las revueltas moriscas de 1.570. Se encuentra en lo alto de la montaña y, aunque el camino no se encuentra en buenas condiciones, merece la pena subir para ver los restos de la fortaleza y las vistas de toda la Axarquía.
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