Algunos vocablos y expresiones propias de este pueblo marinero, como es del todo lógico, tienen que ver con el mar. Voces como “jábega”, “chiringuito”, “moraga” o “espeto”, palabras usadas por los pescadores, han trascendido el lenguaje local. El malagueño dice mucho que uno está “guarnío” para expresar que se encuentra muy cansado. Este vocablo proviene del verbo “Guarnir” que es un término que usan los marineros para referirse a que deben colocar los cuadernales de un aparejo (el conjunto de palos, jarcias, velas y poleas de un buque) antes de salir a faenar con sus barcos. Al parecer es una labor que conlleva un esfuerzo extra y que, sumado a todo el trabajo del día, te deja bastante exhausto. Así pues, un verbo con una acción específica es usado por el malagueño para sustantivar o nominalizar una palabra y convertirla en un nombre(como el caso, por ejemplo, de gotear-goteo). Sin embargo, no podía faltar la chispa del acento andaluz (y es lo que me gusta de todo esto y por eso lo hago), ya que en lugar de ser guarnir-guarnido (como dicta la regla gramatical), el uso coloquial de la palabra omite la d y acentúa la i para transformarla en un vocablo propio de estos lares.
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