En Málaga hay muchos edificios que son conocidos
por el mote que se les puso en su día, y siempre, como en todos los casos,
respondiendo a alguna circunstancia concreta. El más popular es el Palacio de
la Tinta, edificio que ahora es sede de la Consejería de Medio Ambiente de la
Junta de Andalucía. ¿Por qué los
malagueños se inclinaron por el remoquete Palacio de la Tinta? Pues porque cuando
fue sede de Ferrocarriles Andaluces, trabajaban muchísimos escribientes, de los
de pluma y tintero ya que aquel entonces todo se escribía a mano. La máquina de
escribir, que hoy es pieza de museo, aún no se había inventado. En las oficinas
de Ferrocarriles Andaluces corrían ríos de tinta a diario. Y de ahí el mote de
Palacio de la Tinta, que se mantiene siglo y medio después de su inauguración.
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