En Málaga, durante la dictadura, se cometieron numerosos crímenes arqueológicos, tapando y enterrando restos antiguos. Afortunadamente, la transición trajo el deseo de redescubrir ese pasado y muchas obras de modernización (conscientes o no de lo que había debajo del suelo donde se construía) han permitido desenterrarlo. La librería Proteo es un ejemplo de ello. En 2004 acometieron una total renovación de su fachada, sin saber que el edificio sede, que data del S. XIX, escondía en sus paredes un secreto: una muralla medieval. En concreto, el Torreón, la Barbacana, el foso y el puente de acceso de la Puerta de Buenaventura, una de las entradas a la ciudad en la Edad Media. Parte del descubrimiento se integró a la fachada del edificio y al interior del local y la otra parte se exhibe en el sótano. En futuros post publicaré más ejemplos de algunos rescates de ese pasado.
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