Una catedral (San Andrés) y dos basílicas (San Miguel y San Severino) son
tres construcciones imprescindibles en toda visita a Burdeos y forman, además, parte de la peregrinación a Santiago:
CATEDRAL SAINT ANDRE
La Catedral de San Andrés está en el corazón de la ciudad justo al lado del
Ayuntamiento. Allí existió una ermita consagrada a San Andrés que fue destruida
por los normandos en el S. IX. Para el año 1096, levantaron nuevamente un
edificio religioso que el Papa Urbano II consagró como la Catedral de San
Andrés. De esta primera construcción de estilo románico sólo sobreviven los
muros interiores de la nave principal. La Catedral de San Andrés adquirió
importancia porque en ella se realizaron las dos bodas eclesiásticas de la
duquesa Leonor de Aquitania, mujer que cambiaría el rumbo de la historia de
Francia y de la ciudad. Durante la Revolución Francesa la catedral fue asaltada
y convertida en almacenamiento de forraje, salvándose sólo el pórtico real
(puerta por donde entró Luis XIII cuando se casó con la infanta española Ana de
Austria) y el campanario, el resto de la estructura fue reconstruida en el S.
XIX. Esta catedral posee la particularidad de tener sólo dos torres de aguja.
Originalmente iban a ser cuatro, pero la inestabilidad del terreno (en aquel
entonces Burdeos se asentaba sobre canales de agua que hacían que la tierra
fuera muy pantanosa) hizo que sólo se construyeran dos. Por la misma razón, el
campanario se construyó de forma independiente al santuario y para evitar que
el tañer de las campanas pudieran afectar la estructura, se estableció que sólo
se tocaría en ocasiones especiales y al día de hoy el campanario de la Catedral
suena sólo en algunas fechas claves como el 1 de Enero, el Día de Francia, etc.
BASÍLICA DE SAINT MICHELLE
La Basílica San Miguel es uno de los principales
lugares de culto católico en la ciudad de Burdeos. Fue construida a partir del
siglo XIV al XVI y es de estilo gótico flamígero. La basílica comparte con la
catedral de San Andrés la peculiaridad de estar dotada de un campanario
independiente del santuario. Con una altura de 114 metros, se considera el
campanario más alto del sur de Francia y el segundo de todo el país tras el de
Estrasburgo. El Campanario fue construido en lo que antiguamente era un
cementerio y como curiosidad hay que mencionar la historia de las "momias
de Saint-Michel" que no son más que unos 70 cuerpos perfectamente
conservados que se encontraron durante las tareas de desmantelamiento del
cementerio parroquial allá por el año 1791. Estas momias han sido objeto de muchas
leyendas y Víctor Hugo (el de Los Miserables), escribió un texto sobre ellas,
designando a las momias y su disposición circular sombrío como "un
espectro consejo sentados en círculo en la oscuridad que hablan en voz baja de
la tumba y de la eternidad. " Estuvieron expuestas en la cripta de la
basílica, pero, finalmente, en 1990 fueron llevadas al cementerio de la
Chartreuse.
BASÍLICA DE SAINT SEURIN
La Basílica de Saint Seurin, situada en la Place des Martyrs de la
Resistance, es uno de los vestigios cristianos más antiguos de la ciudad,
construida en el siglo VI aunque la mayor parte de la arquitectura que se
conserva data de las rehabilitaciones posteriores, entre los siglos XII y XIV. Fue
dedicada a Severino, un obispo de la ciudad. Dice la leyenda que aquí depositó
Carlomagno el olifante (cuerno medieval de viento tallado en colmillo de elefante)
de su sobrino Roland, muerto en la batalla de Roncesvalles. Además del interés
arquitectónico y escultórico de la Basílica, considerada Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco, su principal atractivo es la cripta subterránea
descubierta accidentalmente durante unas excavaciones. Hoy se puede visitar el
interior de la cripta, donde se narra la historia de los primeros cristianos
franceses y se descubren los ancestrales rituales de enterramiento, como los
sarcófagos merovingios de mármol. Forma también parte del recorrido de los
peregrinos del Camino de Santiago.
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