Contrario a lo que se pueda pensar sobre el origen del nombre de la ciudad de Brujas, éste no tiene nada que ver con hechiceras o quirománticas. Lo que no está claro es cuando se usó por primera vez. Se dice que esta ciudad fue fundada por los vikingos y que el nombre deriva de la palabra escandinava "Brygga" que significa puerto o embarcadero, por ser una zona portuaria. Otros dicen que cuando esta región de Flandes adquirió estatus de ciudad en el S. XII, tuvieron que construir muchos puentes debido a las constantes inundaciones que había y el nombre deriva de la palabra "Brugge" que en flamenco significa puente (Brujas compite con Ámsterdam por ser la Venecia del Norte, por los muchos canales que tiene). La castellanización de la palabra viene de la época en que Flandes fue dominio de la corona española.
Sin embargo, como mi intención es tratar de buscar leyendas de las ciudades que visito, escarbando en Internet encontré una en la tesis doctoral sobre las brujas de la Edad Media de Renilde Vervoot. Dice que hubo una época en que las temperaturas bajaron tanto en el norte de Europa, que convirtió a la región de Flandes en un lugar inhóspito y desolado, arrasado por tormentas e inundaciones. La población creyó que era obra del demonio y de sus siervos, por lo que comenzó una cacería de brujas. Hay registros en el archivo municipal de Brujas que hablan de las torturas sometidas a las personas apresadas, para que confesaran sus prácticas demoníacas y estos testimonios eran usados para declararlas culpables y quemarlas en la hoguera. La pira estaba ubicada en el centro de la plaza de lo que hoy día es el Ayuntamiento de Brujas y dicen que de allí proviene el nombre de esta ciudad, por ser el sitio en donde quemaban a las brujas. Posiblemente sea una leyenda inventada por Vervoot porque no hay constancia en otros lugares de esto, pero aún así encaja con el halo misterioso que envuelve a esta ciudad medieval.
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