El mundo está lleno de misterios que la mente del hombre aún no ha podido resolver, como por ejemplo las Pirámides de Egipto o los Tótem de Isla de Pascua o el monumento megalítico más enigmático y extraordinario del mundo: Stonehenge. Ubicado en el condado de Wiltshire, Inglaterra su significado es tan misterioso como su origen. Literalmente es Piedras con borde circular (de stone "piedra" y henge "borde circular). Otras teorías dicen que su nombre proviene de la semejanza con las vigas en las que el pueblo sajón colgaba a los criminales en la antigüedad, por lo que pudiera significar "la horca de piedra".
Lo cierto es que hay diversas opiniones, testimonios y leyendas sobre su origen y ninguna ha sido comprobada, dándose todas por ciertas. Al levantamiento de este conjunto pétreo se lo han atribuido a romanos, fenicios y daneses sin que se haya podido contrastar históricamente. Hay testimonios que lo atribuyen a la creencia de que el monumento representa gigantes petrificados. También se ha dicho que el famoso mago Merlín fue el responsable de crearlo y otros dicen que fueron los druidas, antiguos sacerdotes celtas, que lo levantaron para rendir culto al sol. Sin embargo, a día de hoy no se sabe con exactitud que es Stonehenge: ¿un templo de adoración? ¿un reloj astronómico? ¿un calendario para predecir la llegada de las estaciones? ¿un sitio sagrado donde celebraban ritos funerarios o quizás sacrificios humanos? Todas estas interrogantes siguen vigentes y sin obtener respuesta científica ni histórica acerca de su origen y su utilidad.
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