Los fan de Harry Potter encontrarán en Edimburgo un lugar ideal para conocer detalles de cómo surgieron algunos nombres, escenas o personajes que desarrolló J. K. Rowling. Es conocido que la autora escribió en esta ciudad los siete tomos de la saga del mago adolescente y que su inspiración vino de los lugares que recorría a diario con su hija recién nacida. Uno de ellos es el Cementerio de Grayfriars, aquí Rowling se inspiró para crear el personaje de Rubeus Hagrid, basándose en la vida de John Gray, uno de los guardas que tuvo el cementerio y el cual era descrito como un hombre de gran tamaño y fortaleza física, buen amigo y de un corazón noble. También tomó de aquí los apellidos inscritos en dos lápidas para sus personajes Minerva McGonagall (lo tomó de la tumba de William McGonagall un autor galardonado con el título del peor poeta del Reino Unido) y "Ojoloco " Moody (el apellido es de un particular). Pero lo más resaltante es que en un rincón del cementerio están las lápidas de un padre y su hijo llamados Thomas Riddell. En los libros de Harry Potter el nombre de Lord Voldemort es Tom Marvolo Riddell y, aunque escrito de distinta forma, el padre y el abuelo de "el que no debe ser nombrado" también compartían el mismo nombre. En la novela Harry visita sus tumbas que el director de la película calcó de los nichos de la Flia. Riddell enterrada en este cementerio. Son muchas historias y poco el espacio, así que algunas las iré contando a lo largo del tiempo.
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