La ciudad de Brujas en Bélgica se parece a un cuento de hadas y en torno a ella se cuentan muchas leyendas. Hoy compartiré dos sobre el lago Minnewater o como muchos lo llaman: el Lago del Amor.
Justamente una tiene que ver con el amor. Se dice que una mujer llamada Minna iba a ser obligada por su padre a casarse con un joven adinerado, pero ella estaba enamorada de un joven pobre llamado Stromberg, al que su padre rechazaba. Una noche Minna escapó de su casa y se adentró en el bosque, perdiéndose en él. Al enterarse Stromberg, salió corriendo en su busca y cuando la encontró al día siguiente, la chica yacía sin fuerzas tirada en el suelo, muriendo poco después en los brazos de su amor. Stromberg, para recordar aquel lugar, construyó una cabaña y una presa para contener las aguas del río Leie, enterrando a Minna en ese sitio al que llamó Minnewater o las aguas de Minna.
Hay otra leyenda del lago que tiene su origen en 1488, cuando el gobernador de la ciudad mandó a ejecutar a uno de los administradores de la Villa llamado Pieter Lanchals, esposo de la duquesa María de Borgoña y amigo de Maximiliano, archiduque de Austria. Cuando Maximiliano se enteró de la muerte de su amigo, castigó a la ciudad de Brujas con una curiosa resolución, debido a que el apellido Lanchals significa en flamenco cuello largo, ordenó a la ciudad criar cisnes en sus lagos y canales por toda la eternidad. Según cuentan este es el motivo por el que en el lago hay muchos cisnes
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