Una de las cosas que llamó mi atención en Frigiliana, fue que las placas identificativas de las calles, los carteles de los comercios y las señalizaciones turísticas en el casco histórico, estaban hechas en mosaicos. Esto es debido a una ordenanza municipal que obliga a los comerciantes, a las oficinas públicas y privadas y al propio Ayuntamiento hacerlo así, para mantener la estética y la armonía visual como Conjunto Histórico Artístico de la Humanidad proclamado en el año 2014. Además de ser una herencia árabe-mudéjar que bien se puede apreciar a lo largo del camino, en especial cuando uno se adentra en el Barrio Morisco.
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