El mundo ha deseado tanto un mundo virtual, que los encerraron en cuarentena para valorar sus relaciones humanas.
Ahora vemos que no es igual
un 🤗 que un buen abrazo
un 😘 que un tierno o apasionado beso
un 🤣 que mearse de la risa con los amigos.
Un ❤️ que escuchar un te quiero o un te amo.
Un ☕que un quedamos para tomarnos un café.
Si estás solo sabrás de qué hablo... Y si estás acompañado te toca interactuar, volver a aprender a comunicarte con palabras y gestos reales. Y toca respetar, responder y no puedes hacerte el loco porque todos tenemos responsabilidad en un equilibrio frágil cuyos días pasan sin saber cuándo va a concluir.
Nos toca valorar el trabajo y el horario, pues sin él no hay dinero.
Nos toca volver a ser humanos.
La vida es un hilo frágil...y ni el dinero, ni los bienes, ni los vicios, ni nada que no sean tus acciones, tus recuerdos y lo que hagas por los demás te llevarás al partir de este mundo.
(La foto es del último amanecer que vi en el paseo marítimo mientras paseaba a mi Brody, justo un día antes de declararse el estado de alarma. Desde entonces han pasado nueve días sin volver haber visto otro).
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