La desembocadura del Guadalhorce (del árabe wädï l-jurs que significa
río de los silenciosos) está formada por un complejo de lagunas no naturales rodeadas
por los dos brazos del río Guadalhorce, formando una especie de isla. Se asienta en lo que fue una enorme marisma, donde el mar y el cauce
fluvial confluían originando extensos terrenos pantanosos (hoy día esa parte del río está seca).
El espacio tiene un
alto valor ornitológico, al ser uno de los puntos de escala y descanso más
importantes para aves migratorias costeras como flamencos, cigüeñas, pagaza
piquirroja, pero también constituye un pequeño oasis verde junto a la ciudad de
Málaga que permite completar el ciclo reproductivo de muchas especies como gaviotas,
cabeciblancas, charranes, garcillas y chorlitejo patinegro. Los mamíferos
también tienen una buena representación y merodean conejos, zorros pequeños o nutrias, así
como reptiles, siendo el más importante el camaleón. Hay dos senderos señalizados (Río Viejo y Laguna Grande) para las visitas y cinco observatorios para contemplar la naturaleza.
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