Málaga con suerte pasará la próxima semana a la fase 2 de este “desconfinamiento” y ya las playas se abrirán para el baño público. Aunque habrá que hacerse a la idea de seguir algunas normas establecidas tanto por el (des)gobierno central como por el ayuntamiento. A las medidas de higienes ya conocidas y la distancia interpersonal, se agregan otras más. No se podrá estar más de cuatro horas balizado en la arena porque habrá que dar paso a los siguientes en la lista de espera. La playa es de todos, pero no lo será todo el tiempo como antes. Ya no va a valer la estrategia del madrugón para colocar la sombrilla y la nevera portátil reservándonos un sitio, mientras nos vamos a desayunar o dormimos la mona un rato más, si no que habrá que espabilar con algunas de las App´s en las que ya se fijan los ayuntamientos para reservar sitio en la arena. La cita previa y el pago telemático se imponen. También se recomienda que el usuario se duche antes de ir y al volver de la playa en su casa (las duchas públicas estarán inhabilitadas) y que planifique la visita extremando las medidas higiénicas, con ropa y accesorios de baño limpios y una toalla por persona. Además, se pide que no se compartan útiles de juego y se utilicen bolsas para guardar los residuos sólidos. Los consistorios establecerán un aforo máximo de bañistas, manteniendo el equilibrio con la bajar y pleamar, y delimitarán los espacios con al menos dos metros, mediante señales en el suelo. Habrá una distancia mínima entre la arena y el mar para permitir a las personas caminar en ese espacio sin tener que sortear obstáculos humanos. Las hamacas y sombrillas deberán mantener las distancias de seguridad o en su caso disponer de barreras físicas entre los usuarios que sean de fácil limpieza y desinfección. La Junta de Andalucía no recomienda la disposición de módulos para vestuarios, ni el uso de colchones o colchonetas en las hamacas, así como prohibirá jugar a las paletas, construir castillos en tierra de nadie (deberá hacerse en el espacio reservado), alquilar hidropedales o vendedores ambulantes.
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