viernes, 18 de octubre de 2019

Los grandes almacenes malagueños

Antes de la existencia de El Corte Inglés y de los Centros Comerciales al estilo americano, los grandes almacenes eran los lugares donde los malagueños hacían sus compras. Los primeros almacenes abrieron sus puertas a finales del S. XIX y principios del XX, cuando tres familias aristócratas importaron el concepto a Málaga. De allí surgieron los Almacenes Félix Sáenz (en la plaza del mismo nombre), Álvarez Fonseca (en C/Nueva) y Gómez Raggio (en C/Larios). 


En los años setenta, con el crecimiento demográfico y el auge del turismo en la Costa del Sol, dos cadenas (una británica y otra procedente de Madrid), vinieron a formar parte del conglomerado comercial de la época. La primera en venir fue Woolworth que abrió sus puertas en julio de 1970 en la calle Liborio García (hoy día hay una tienda Zara), en el solar donde antaño estuvo el cine Alcázar. En diciembre del mismo año, se inauguraba Almacenes Mérida que estuvo ubicado en la calle Mármoles, su sede fue un edificio sin ventanas rompedor de estilos para la época. Tanto fue así que la empresa incluía en sus anuncios la coletilla “El edificio blanco de calle Mármoles” (hoy es el Hotel Málaga Centro). 





Luego, en los 80’, entraron a competir en el mercado local Cortefiel (en Av. Andalucía y aún operativo con distintas tiendas en la provincia) y la gran superficie que significó el principio del fin para los almacenes malagueños: El Corte Inglés. La llegada de estos dos gigantes supuso un reto de supervivencia para los almacenes locales que no se adaptaron a los nuevos tiempos y que poco a poco fueron decayendo hasta su cierre definitivo.



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