Desde el 2016, vecinos y asociaciones han rescatado con cultivos ecológicos varios terrenos degradados en la capital malagueña cedidos por el Ayuntamiento, uniendo lo rural con lo urbano y fomentando entornos más amables y cambios en los hábitos de vida, además de producir alimentos sanos. En Málaga este movimiento va ganando fuerza y varias parcelas se reparten ya por distintos puntos de la provincia. En Málaga, Torremolinos, Fuengirola y otras ciudades y poblados de la provincia se han creado asociaciones que enseñan a los vecinos a través de talleres y charlas a cultivar y mantener un huerto, mientras éstos aplican lo aprendido a las parcelas cedidas por los Ayuntamientos. Una experiencia que ha ido in crescendo hasta el punto de habilitar más espacios para nuevos huertos urbanos.
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