La Capilla del Santo Chiquito

La historia del Santo Chiquito, la capilla más pequeña de España, nace de una leyenda ocurrida a principios del S. XIX. En la región hubo un brote de cólera que llegó al pueblo de Benamocarra (situado en la sierra a unos 42 minutos de Málaga ciudad). Como la epidemia era imparable, los lugareños pidieron ayuda a su vecina Torre del Mar para que les prestasen el Cristo de su iglesia. Cuenta la leyenda que cuando quisieron devolverlo, no pudieron hacerlo porque a medida que se alejaban de Benamocarra, el peso del Cristo aumentaba, haciendo imposible su transportación. Por el contrario, si retrocedían en dirección a Benamocarra, el peso se aligeraba. Este hecho se interpretó como un milagro, decidiendo entonces dejar la imagen en el pueblo y para que permaneciera en la memoria de la gente, se levantó en el lugar donde se hizo imposible seguir portando al Cristo, una pequeña capilla no habilitada para el culto religioso donde plasmaron en un mosaico pequeño la imagen del Cristo. Por lo que está capilla es conocida como la Capilla del Santo Chiquito.