Otra joya de la corona del turismo malagueño son los restos del Teatro Romano localizados en pleno centro histórico de Málaga. Hace algunos meses por Instagram publiqué una foto de la maqueta (que se exhibe en el Museo de Málaga) de cómo fue en sus tiempos este teatro. El Teatro Romano de Málaga es uno de los símbolos de la Hispania Romana en la ciudad, fue construido en tiempos de Augusto, en el S. I D.C. y mantuvo su uso hasta el S. III. Numerosos materiales como los sillares, columnas y piedras talladas fueron expoliados por los árabes para la construcción de la Alcazaba (otro monumento clave de Málaga de la que hablaré en próximas publicaciones).
Durante muchos años estuvo semioculto por el edificio llamado Casa de la Cultura que se construyó en 1940, durante unas reformas efectuadas a la casa en 1951, salieron a la luz restos del teatro que dieron pie a la demolición de la casa para preservar un legado aún más valioso. En las excavaciones descubrieron el escenario, restos de la Orchesta, el lugar reservado a los senadores y la cávea, el graderío de 31 metros de radio x 12 de alto con 13 gradas y las entradas a las gradas, lo que llaman el vomitorium. Al lado del teatro se construyó un centro de interpretación en el que por medio de las nuevas tecnologías se puede conocer la vida y las costumbres de la época (está decorado con fragmentos originales del teatro) . También se ha recuperado su uso primigenio y todos los años (en especial durante los meses de verano e invierno) se ofrecen espectáculos teatrales, orquestales y musicales.
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