La estación de ferrocarriles
de Málaga fue construida en 1862 con el propósito de traer carbón desde
Córdoba. Al año siguiente, fue construida la marquesina que presidió la fachada
de la estación hasta el 2003, año en que se desmantela para iniciar las obras
de la nueva estación. Y aunque está inscrita en el Catálogo del Patrimonio
Histórico Andaluz, permanece olvidada en los almacenes municipales.
La estación
actual en su conjunto, es fruto de las obras llevadas a cabo entre 2005 y 2007
para traer la línea de alta velocidad (AVE) hasta Málaga. Se llama María
Zambrano (antes de modernizarla se llamaba Málaga-Término) en honor a la
escritora y ensayista malagueña fallecida en 1991.
El AVE comenzó a prestar sus
servicios el 24 de diciembre de 2007 y su apertura redujo en una hora y treinta
minutos el tiempo de viaje hasta Madrid (estos viajes se hacían en los trenes
Talgo 200 y duraban hasta cuatro horas y media). Diez años después, además de haber
convertido a la estación en un moderno Centro Comercial (Vialia) con tiendas de
renombre, hay toda una red de servicios de alta velocidad que conectan a Málaga
con ciudades como Barcelona, Zaragoza, Tarragona, Lleida, Ciudad Real,
Valencia, Córdoba o Sevilla, entre otras.
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