El Paseo Marítimo Antonio Banderas (llamado así en homenaje al actor malagueño) se extiende a lo largo de dos kilómetros de la costa suroeste de la ciudad de Málaga.
No sólo se dan agradables caminatas (yo me lo recorro dos veces al día casi todos los días al pasear a mi perro), sino que además se pueden practicar distintos deportes, desde fútbol arena, vóley playa, ping pong o ajedrez (existen canchas acondicionadas para la práctica de esos deportes), además hay un extenso c
arril bici que conduce hasta el puerto principal de la ciudad.
Cuenta tb con parques infantiles y zonas verdes y de descanso. Se trata, por lo tanto, de un lugar para el uso y disfrute de los malagueños y sus visitantes.
También hay varios chiringuitos (restaurantes típicos de playa), once en total para ser más precisos, donde se pueden degustar una gran variedad de pescados frescos provenientes de la Bahía de Málaga, como los famosos Espetos de Sardinas, de los que hablé en una publicación anterior, o de los boquerones fritos o en vinagres, muy típico de aquí (por algo los malagueños son conocidos con el apodo de boquerones). Pero si no os gusta el pescado, tb encontrarán restaurantes de comida rápida, tapas, comida italiana y bares de copas para pasar una tarde agradable disfrutando de la puesta del sol.
El Festival de Cine de Málaga desde sus inicios ha usado este paseo para homenajear a los actores y actrices con una escultura de bronce que desvela cada año, en donde aparecen, además del nombre del homenajeado, las huellas de sus manos, al más puro estilo del Paseo de la Fama de Los Ángeles.
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