Parece paradójico que
un sitio que muchos no se atreverían a visitar por respeto, miedo o cualquier
sentimiento negativo que les genere, sea una atracción turística en algunas ciudades.
En Málaga existe desde hace más de 180 años, un cementerio protestante que
sirvió en su momento para dar sepultura a aquellos ciudadanos que no eran
católicos. Los cementerios hasta ese entonces en España estaban santificados por la fe
católica y no podían ser enterrados en ellos nadie que no profesara dicha fe. Por
lo que muchos no católicos tuvieron que ser llevados de noche a la playa, para
enterrarlos de pie en la arena, dejándolos a merced de las olas y los perros.
Fue el Cónsul Británico
William Mark (te stigo de estos entierros en la playa) quien puso todo su empeño
en buscar un terreno que sirviese de cementerio para enterrar a los ingleses
protestantes que vivían en Málaga. Su insistencia le permitió obtener de las
autoridades locales un terreno a las afueras de la ciudad, para enterrar a los
ingleses, convirtiéndose en el cementerio protestante más antiguo de la España
Peninsular.
En esta necrópolis,
visitada por miles de turistas cada año (en especial ingleses y alemanes), hay
enterrados muchos personajes que han contribuido a que la ciudad de Málaga se
configure tal como la conocemos hoy en día. No en balde tres de los cinco lemas
del escudo de la ciudad están relaciones con estos personajes: Joseph Noble
(fundador del Hospital Noble donde se socorrieron a los soldades españoles en
África. Por este acto el lema: Muy Benéfica), Karl Kretschmann (Capitán del barco
alemán naufragado SMS Gneisenau, del cual hablé cuando publiqué fotos del
Puente de los Alemanes y que sirvió para demostrar la solidaridad de los
malagueños. Por este acto, el lema Muy Hospitalarios) y Robert Boyd (quien
luchó con el Gral. Torrijos en contra del Rey Fernando VII, por su heroicidad
el lema La Primera en el Peligro de la Libertad). Estos tres personajes,
enterrados en este cementerio, además de otros importantes personajes como el
poeta Jorge Guillén (quien fue su deseo
expreso ser enterrado aquí fascinado por el perfecto nexo entre
culturas, religiones y ritos funerarios) o el escritor Gerald Brenan.
Un dato interesante es
que en la placa homenaje del Obelisco Funerario que está en la Plaza de La
Merced (y del cual también comenté tiempo atrás en un post) aparecen inscritos
49 nombres, pero sólo han sido enterrados allí 48 soldados. El que falta es el
irlandés Robert Boyd, quien descansa en el Cementerio Inglés porque al ser
anglicano no estaba permitido que se enterrara con el resto de sus compañeros.
De hecho su cuerpo es la primera sepultura oficial de este conocido cementerio
malagueño, inaugurado en las mismas fechas que las del fusilamiento.
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