miércoles, 14 de febrero de 2018

El Abrazo Redentor (Extractos)

Abro los ojos y te veo encender la luz, te inclinas sobre mí y me das una suave sacudida al tiempo que me preguntas en qué estaba soñando, por qué me removía incómodo sobre la cama y lloraba un llanto de desconsuelo. Me veo en pijamas con la camisa abierta y el pecho al descubierto, estoy desconcertado, había sido un sueño la sensación de pérdida que tuve. Veo los números verdes del despertador en la oscuridad del cuarto y me doy cuenta que el día apenas comienza. Te noto preocupada y me alegro porque percibo que pasará mucho tiempo antes de perderte. No pienso en el futuro, pienso en el presente y dejo que sigas aferrada a mi cintura para grabar ese momento en un lugar de mi memoria. Me serena tu calma, me alivia saberte tan cerca de mí, redimiéndome de la desesperación y la soledad. Cierro los ojos y me siento en el filo de la cama, me doy ánimos para levantarme y comenzar mi rutina diaria. Te veo y sonríes de nuevo, pienso por un momento y me vuelvo acostar decidido a no levantarme ese día sino a dedicarme a ti por completo y dejar pasar el tiempo consumiéndolo a tu lado en un abrazo eterno que me redime de la soledad.

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