El recientemente fallecido
Sir Sean Connery formó parte de la aristocracia centroeuropea que aterrizó en
los años 70 en Marbella, junto a Deborah Kerr, Audrey Hepburn, Sofía Loren,
Omar Sharif, entre otros. Connery mantuvo una larga relación con Marbella,
donde poseyó la finca Malibú (una lujosa casa en primera línea de playa que tuvo
hasta finales de la década de los 90 y en la que pasó largas temporadas de
verano).
Pero su primer contacto con tierras malagueñas se remonta a la mitad
de los año 60, cuando grabaron una escena de Sólo se Vive dos Veces, la quinta
película de la saga de James Bond cuando Connery era el famoso Agente 007. La
acción se desarrollaba en Japón y en una de las escenas había que tirotear a un
helicóptero para abatirlo. Pero la productora se encontró con un problema, las
autoridades japonesas no permitían el uso de armas de fuego. Por ello, se vino
a Málaga y Alhaurín de la Torre, en cuyos cielos filmaron estas escenas. Esta
grabación trajo a Connery hasta Málaga y pocos años después fue frecuente
verlo pasearse entre Puerto Banús y San Padro de Alcántara.
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