Aún cuando esta pandemia ha limitado a su mínima expresión la temporada de cruceros (de la cual Málaga se había convertido en los últimos cinco años en un importante puerto de atraque), algunos con poder adquisitivo se permiten el lujo de surcar los mares en sus yates particulares para ir de un país a otro. El puerto de Málaga desde hace meses está a la espera de que pase esta locura para volver abrir las terminales al turismo de cruceros, mientras tanto fue sorprendido con la visita del yate Slipstream, el más lujoso del mundo, propiedad de Jack Cowin, dueño de las franquicias Burguer King y Hungry Jacks, entre otras. Estará atracado en Málaga hasta finales de septiembre. Pareciera un yate más, pero el link que adjunto es un artículo que describe las características de lujo que posee este megayate (entre sus "excentricidades" están un beach club y un aparcamiento de limusinas, no tiene ningún desperdicio).
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