Los orígenes del nombre de
este dulce típico de Málaga son confusos, lo que sí está claro es que las
“tartas locas” son malagueñas. Hay dos versiones, una dice que José Ruiz,
confitero de oficio, abrió su primer obrador en el barrio de la Victoria
(Málaga) y su mujer, María Jesús Fernández, tuvo la idea de poner el glaseado
de color naranja a dos discos de hojaldres para imitar a los pasteles de yema
que se hacían en Barcelona. Así que fue María Jesús (luego llamada “Mari
Tejeros”) la que trajo la receta al negocio familiar.
La postguerra fue una época
dura, y la pastelería fina era un lujo para la clase trabajadora que sólo se
podía permitir dulces secos como tortas y pastas almendradas. La creación de un
dulce hecho con ingredientes baratos fue una idea revolucionaria. Dos discos de
hojaldre rellenos con crema pastelera cubiertos con un glaseado de azúcar color
naranja y un punto rojo (hechos con colorante), que imita a una guinda, fue una
idea loca, extravagante, así que la gente tardó poco en llamarlas “tortas
locas“. Así de simple.
La otra versión dice que el
nombre provino de una canción de Luisa Linares y Los Galindos de 1954 titulada
“A lo loco se vive mejor”. La música fue un éxito de la época y se convirtió en
un canto de la sociedad por el deseo de salir de la penuria de la postguerra.
Existe un bulo que dice que
el obrador quedaba frente a un psiquiátrico de mujeres y de allí tomaron la
idea del nombre, pero si bien es cierto que había un centro de atención para
enfermos mentales por la zona, no estaba tan cerca ni era sólo de mujeres.
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