El Monumento al Turista es una polémica escultura ubicada en una de las rotondas que llevan a Torremolinos. Consiste en una columna de veinte metros de alto y de inspiración corintia, sobre la que se dispone la figura de un delfín y encima del escualo la imagen de una mujer. A sus pies, cuatro esfinges egipcias sostienen la estructura en una mezcla de estilos que pretende ser un homenaje a los turistas. Ahora bien, esta escultura inaugurada en 2002, fue donada por un empresario que hoy día está preso por corrupción y muchos detractores han dicho que es un homenaje al mal gusto y una ausencia absoluta del sentido del ridículo por parte de su corrupto donante y del partido político que gobernaba cuando se hizo la donación (PP). A pesar de haberse anunciado su demolición, el monumento ha resistido los enfrentamientos políticos y sigue en pie hasta que se tome una decisión definitiva. Sin embargo, polémicas aparte, los datos estadísticos avalan un crecimiento importante del turismo en Málaga, al punto de batir récord durante el primer mes de este año y aumentar más del 8 por ciento durante el asueto de Semana Santa. A espera de los datos para este verano, los augurios indican que el turismo de costa seguirá creciendo gracias al buen clima y a la modernización de las infraestructuras de la capital de la provincia y se espera llegar al 90 por ciento de ocupación hotelera, frente a los 81 por ciento que reflejó el año pasado.
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