En Yunquera, un pueblo ubicado en la Sierra de las Nieves en Málaga, se encuentra la Casa Museo Francisco Sola, un insigne pintor yunquerano. La casa solariega en la que vivió es hoy día un museo donde se exhiben las obras más significativas de este artista. Pero ésta publicación no va ni del museo ni del pintor, sino de una de las piezas que componen el conjunto de obras expuestas. Se trata de un documento firmado en 1741 en Sevilla que habla de la procedencia de una reliquia de Cristo, en concreto, de una espina que formó parte de la corona de espinas que llevó Jesús camino al calvario. El documento acredita la veracidad de esta reliquia que en un principio perteneció al Rey Leopoldo I de Habsburgo y que obtuvo de los turcos tras vencerlos en la batalla librada en 1699. Envueltas en leyendas sobre su origen y en complejas historias de donaciones y ocultaciones, llegó a Sevilla de la mano del cardenal Rodrigo de Castro en 1700. Se dice que en el mundo hay setecientas de estas espinas y una de ellas la tiene la viuda de Sola (he intentado averiguar como la obtuvo pero no hay mucha información al respecto). Aunque por ahora no forma parte de los objetos expuestos, al parecer la viuda se ha comprometido a donarla al museo una vez que fallezca. Dicen que la tiene en un relicario parecido al de la espina que se exhibe en el Monasterio de la Encarnación de Mula, un pueblo murciano, y que es conocida como la Santa Espina de Mula. Verdad o mentira, al parecer lo único "auténtico" es el documento exhibido en la casa museo y que ha sido avalado por la curia papal.
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