El primer
edificio que nos encontramos a la derecha de la calle Compañía es la Iglesia
del Santo Cristo de la Salud. Los Jesuitas decidieron en 1572 asentarse en
Málaga, comprando una casa al lado de la ermita de San Sebastián, donde
ejercían su ministerio. Al ser la ermita insuficiente para el culto, se
determinó construir una nueva iglesia. Las obras no se comenzaron hasta 1598, y
se inauguró en 1630. Esta iglesia debe su nombre a una imagen de Jesús atado a
una columna.
Fue entonces cuando surgió la voz de niño advirtiendo: « ¡Miren de qué
suerte llevan a un Santo Cristo!». Los presentes no vieron por ninguna parte al
niño que hizo tal exclamación y sorprendidos quedaron al comprobar que entre
los trastes que transportaba la carreta había un Cristo envuelto en unas
mantas. La imagen fue trasladada hasta la Iglesia más cercana y los feligreses
comenzaron a rezarle y, desde ese momento según cuentan las crónicas, la peste
fue remitiendo progresivamente, por lo que llamaron a la imagen el Cristo de la
Salud y es el mismo nombre que lleva la iglesia. Esta anécdota forma parte de
las costumbres y creencias que han ayudado a formar la ciudad de Málaga.
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