Dentro del rico patrimonio histórico de Málaga no
siempre ocupan el lugar que se merecen los arcos y puertas que permitían el
acceso a las antiguas medinas árabes. Algunas se conservan en muy buen estado y
otras las han acoplado para formar parte del conjunto arquitectónico de
edificios civiles. Presentaré en varias publicaciones con una breve reseña los/as más importantes.
Arco de los Gigantes en Antequera: lo erigieron 1585
y aunque no es de época árabe permite el acceso a la Alcazaba antequerana y a
la Colegiata.
Puerta de Almocábar en Ronda: construida en el S.
XIII su nombre proviene del vocablo árabe “al-maqabir” que significa
cementerio, por lo que era la puerta de entrada a la necrópolis. Está situada
al lado de otro arco construido en época posterior durante el reinado de Carlos
V.
Arco de Mihrab en Vélez-Málaga: situado en el casco
histórico se pueden ver los restos de una de las joyas arquitectónicas de la
época nazarí, servía de acceso a una mezquita de barrio de los siglos XIV-XV.
Arco de la Calle Altillo en Parauta: no se sabe a
ciencia cierta cuándo se construyó, pero es el único vestigio medieval de esta
localidad. Se estima que su origen podría datarse en el año 1516, lo que
justificaría su estilo mudéjar.
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