A este tomate se le conoce como huevo de toro por su forma, tamaño y carnosidad. Una sola pieza puede llegar a pesar más de un kilo y aunque se cultiva en varias partes, se da en especial abundancia y calidad en las huertas del Valle del Guadalhorce y más concretamente, en la localidad malagueña de Coín. Es un producto malagueño que recién conocí el otro día, cuando fui al Mercado Central de Atarazanas y lo vi (en los supermercados tradicionales nunca los había visto antes). Lo compré por curiosidad y no me ha defraudado. Cortado en dados con una pizca de sal y un chorrito de aceite de oliva virgen extra, mi boca se hizo agua. Sabor, textura y olor que disfrutan tus sentidos y en una familia pequeña como la mía, una sola pieza te da para tres comidas.
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