Estoy en mi cuarto, tendida en
mi cama, absorta en mis pensamientos y una música llega a mis oídos, no sé de
donde proviene pero envuelve mi ser y me tranquiliza. Trato de sentarme, pero
los dolores me dejan inmóvil mirando al techo, el cual se va llenando poco a
poco de imágenes o tal vez de sentimientos. Escribo esta carta para que algún
día puedas entenderme y no desprecies mi silencio, para que sepas que amé y fui
amada sin merecerlo. Mi esposo, mis hijos, mis hermanos, tú, todos me dieron lo
mejor de sí y yo fui incapaz de corresponderles como se merecían. No quiero
justificarme, sería cobarde no reconocer mis errores, solo quiero desahogarme
ante el miedo a lo desconocido. Contigo viví y en el recuerdo de nuestras
aventuras furtivas, he añorado lo que pudo haber sido y no fue y quién sabe si
alguna vez lo será.
Me queda poco tiempo, lo puedo
sentir por el aire frío que recorre mi cuerpo. Quiero borrar de mí ese
sentimiento de impotencia que duele tanto, ese sentimiento que deja mi corazón
dolido. Dime que todo está bien, que quedan esperanzas, que no todo es dolor.
Dime que vale la pena lo que se sufre. Ruedan por mis mejillas unas lágrimas.
Sigue la música y me ciega ante las imágenes que rondan por mi mente, una tras
otra, imágenes junto a ti, aquel hombre que conocí en mi juventud y que en
algún momento de mi vida lo perdí. Sigo pensando, recordando, dejándome llevar
por lo que escucho, suave, pero al mismo tiempo rítmico....y se suceden una
tras otra tantas cosas vividas, tantas cosas deseadas...y se piensa en las que
quedan por vivir y me pregunto ¿tendré tiempo? ¿Podré algún día ser feliz con quien
tanto deseo? Y por más que lo intento sólo un pasado y un presente, dejando de
lado a un futuro que no termina de llegar.
Son tantas cosas las que sueño,
que me haría falta otra vida para vivirlas y...no tengo tiempo. Siento que se
me va de entre mis manos y callo lo que mi corazón pide a gritos. Una nueva
oportunidad. Ruedan lágrimas por mis mejillas, de impotencia, de rabia, de
sueños rotos...y de tantas cosas más... Se agota la música, va llegando a su
fin y no quiero que termine, porque pienso que también terminará todo para mí…son tan
lindos los recuerdos, aunque duelan...Se ha de vivir la vida, dar cuanto se
tiene porque si guardas los sentimientos igual te das cuenta tarde... Que no
amaste cuanto podías y no diste todo cuanto tenías...El amor es eso, dar
todo...Y en el sopor de las lágrimas sintiendo que cada vez amo más y ya no soy
correspondida...tengo presente este sentimiento dentro de mis
pensamientos...voy dejando que me venza el sueño, esperando exhalar mi último
aliento.
Muy bueno Salva
ResponderEliminarGracias espero seguir publicando más cosas.
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