No pensé que perdería el tiempo escribiendo esta reflexión, pero todo tiene un límite y cuando se alcanza no queda más remedio que escupir la rabia. Para los que no viven en España, aquí hay un "personajillo" televisivo llamado Belén Esteban que se ha convertido en, según ella misma dice y todos los que la adulan, en la "princesa del pueblo" porque logra subir los niveles de audiencia de los programas del corazón donde aparece por el gran...¿aprecio? que le tiene la gente. No dudo que existan personas que simpaticen con esta chica porque a lo largo de los últimos años se ha encargado de vender sus propias miserias y ponerse como la pobre víctima de un torero con el que tuvo una hija a la que le ha sacado bastante partido económico. Si la pobre Andreita supiera el gran negocio que tiene montado su madre a costa de ella que ni el defensor del menor ha podido frenarlo. Pero creo que a estas alturas, la niña debe ser imagen y semejanza de la madre y no sería de extrañar que cuando tenga la mayoría de edad la veamos también en los platós televisivos vendiendo su enemistad con sus hermanos (hijos del segundo matrimonio de su padre, o del primero porque creo que con la Esteban no se llegó a casar). Lo cierto del caso, es que este personaje se ha convertido en un ser intocable en los predios de Telecinco, canal de televisión que la tiene contratada de forma exclusiva, que ni siquiera un programa de baile como MQB (Más que Baile), por cierto de la misma cadena, puede echarla a pesar de bailar con dos pies izquierdo. El jurado de ese concurso de baile lo conforman, entre otras personas (y solo me referiré a los profesionales y no al payaso de Boris Izaguirre del cual no haré ningún comentario tan sólo por no hablar mal de mi paisano): Víctor Ullate, Aída Gómez y Joana Subirana, tres personalidades del ballet y los bailes de salón, premios nacionales de danza y de reconocida trayectoria internacional. Pues bien, la semana pasada el jurado evaluó la actuación de esta chica y consideró que no ha evolucionado lo suficiente en comparación con sus compañeros de programa. Si bien es cierto que las comparaciones son odiosas, también resulta chocante que personas que no son bailarines profesionales se esfuercen semana tras semana para hacerlo bien y esta chica siempre tiene una excusa para justificar no sólo sus equivocaciones en la pista, después de todo los nervios siempre juegan a traición, sino también justifica sus constantes quejas y desgano durante los ensayos. Entre las perlitas que han salido por su boca es que trabaja mucho, que es madre soltera y que si hubiera tenido la oportunidad de bailar de pequeña de seguro ahora lo haría mejor. Apela siempre a la lástima y no toma en cuenta que sus compañeros de programa también trabajan, algunos de ellos, supongo, serán padres o madres y por lo que he visto creo que puedo contar con los dedos de una mano (y me sobran la mitad de los dedos) los que desde pequeñitos han estudiado algún tipo de baila. Cuando Aída Gómez estaba comentando la opinión del jurado sobre la actuación de esta chica, a la Esteban le dio por poner caras mostrando un gran irrespeto y una tremenda soberbia, pero como se trata de un show televisivo del cual no debiera molestarme ni siquiera en ver, pero la vida es así quiero distraerme los miércoles por la noche viendo la tele y pongo este programa porque quitando a la Esteban, los otros concursantes son dignos de verlos, pero volviendo al anunciado con el que comenzaba esta oración, como se trata de un show televisivo , en una cadena propensa a los escándalos, pues no era suficiente mostrar las caras de fastidio y desprecio de la chica, sino que había que darle un micrófono para que replicara por aquello de que todo el mundo por aluciones tiene derecho a réplica. Total que a Telecinco, según entendí, no le ha quedado otra que anunciar que habrán dos ganadores: uno elegido por el público (que ganará Belén Esteban porque existe gente mediatizada que la ve divertida y la compadece) y otro elegido por el jurado del concurso (que, de seguro, no ganará la Esteban), al final el objetivo noble de este programa se cumplirá porque darán dinero a las ONG que representan. Decisión salomónica que evitará el disgusto de la
Esteban y sus lagrimitas de compasión, pero que no evitarán los cortes de manga que este chica le dará al jurado (tal como hizo cuando el público la salvó a pesar de que estuvo perdida durante toda la coreografía que bailó). Ahora, ¿es necesario ser tan hipócritas? ¿hasta dónde llegará el show? Da rabia que, mientras la mayoría de los mortales tenemos que partirnos el lomo trabajando realmente (Belén estar en un programa del corazón hablando mal de los demás no es trabajar), ella solo se limita a criticar y encima le pagan un jugoso sueldo por eso. No critico que esta chica haya sido lo suficientemente astuta (que no inteligente) para sacar el provecho que ha sacado a su relación con el torero, pero, joder tampoco es justo que encima del pastón que gana, tengamos que soportar su mala educación, que nos la impongan en todos los progamas (la verdad que fue de pena verla despedir el año con el otro fantoche llamado Jorge Javier, ni vestida de ¿Versace? se ve elegante esta chica) y encima tener que presenciar como le falta el respeto a un jurado que lo único que le ha dicho es que no ha evolucionado la suficiente para los dos meses que lleva bailando. ¿Qué se está enseñando? Que no importa que te esfuerces, solo importa que seas un juguete roto que de audiencia. Encima, hace poco se anució que harán una monografía sobre ella, el mismo autor que hizo una sobre Kate Moss.¿El mundo se ha vuelto loco? ¿hasta dónde llegará? Me gustaría ser testigo de su caída televisiva, no porque le desee mal, sino porque así me daré cuenta de que aún existe justicia divina.
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